sábado, 13 de junio de 2015

Osos en Eslovenia o lo que es lo mismo: “slovenianbears.com”



A lo largo de los años que llevo fotografiando fauna salvaje he tenido la suerte de tener en el visor de mi cámara numerosas especies de gran interés faunístico, aunque son muchas otras las que sigo ansiando, principalmente por encontrarse en tierras lejanas. Una de ellas sin embargo quedó registrada hace tan solo unos días, gracias a mi buen amigo Enrique Santos. En su grata compañía y en la de otros buenos amigos, disfruté de unas increíbles sesiones fotográficas. Nuestro objetivo: el oso; ese gran mamífero que ha dejado su impronta en todas las culturas del mundo. El marco: Eslovenia; un pequeño país en el mismo corazón de Europa, con una naturaleza desbordante.


Cuando digo que el oso ha dejado una profunda huella en todas las culturas, no exagero. Es notorio que en los primeros tiempos de la humanidad los osos fueron honrados por los humanos, quienes los consideraban un símbolo de poder, de fuerza, e incluso cargados de elementos mágicos. En muchas culturas, las máscaras de osos fueron (y hasta siguen siendo) usadas en ceremonias, y la caza de estos animales con fines alimenticios o como prendas de vestir era considerada un honor y una expresión de fortaleza y virilidad.




Esa magia en torno a los osos s e ha ido transmitiendo de generación en generación hasta llegar a nuestros días, y ya en los primeros años de nuestras vidas recibimos su influencia. En todas las culturas existen numerosas leyendas y cuentos relacionados con el oso. Muchas de esas historias han llegado al cine o a la televisión: “el Oso Yogi”, “Winnie the Pooh”, “Smokey el Oso”, “Hermano Oso” … ¿Y qué decir del típico oso de peluche? ¿Alguien conoce otro animal que haya sido tan representado en felpa?




Como la mayoría de personas de este país mi admiración por el oso se remonta a la infancia, si bien en mi Extremadura los últimos osos desaparecieron a primeros del siglo XX. Según mi información, el último que fue cazado, lo fue en Sierra de Gata, allá por 1.906.-

Como se sabe, la población osera española, centrada en la Cordillera Cantábrica y Picos de Europa, es muy reducida y cada vez tiene más problemas: fragmentación poblacional, mortalidad por causas humanas, pérdida de hábitats, baja variabilidad genética … Por lo que respecta a las reintroducciones realizadas en Pirineos (precisamente con osos eslovenos) tiene un futuro igualmente incierto debido a la escasez de individuos y a los rechazos de diferentes colectivos. Todo ello hace difícil que nuestros osos puedan ser fotografiados en libertad; por tal motivo quienes quieran dedicar unos días de su tiempo a la fotografía de osos, tiene que recurrir al extranjero.



Hay diferentes lugares donde se pueden fotografiar los osos en Europa, y por distintos motivos yo elegí Eslovenia. No me voy a detener mucho en esos motivos pero huelga decir que si un buen amigo te ofrece todo tipo de facilidades (incluida su compañía y experiencia)... no hay nada más que decir. Sin embargo voy a añadir otras circunstancias como que se trata de la población de osos más cercana genéticamente a la española (y por tanto los más parecidos a los nuestros), la “relativa cercanía” del lugar (eso sí, en comparación con los otros sitios), el hecho de visitar un país desconocido para mí, con unas dimensiones similares a la provincia de Badajoz, y por tanto donde todo parece más accesible, con unas características geológicas fuera de lo común, la climatología bastante similar a la española, y hasta el mayor grado de calidez propio de la gente mediterránea … en fin,.. hoy puedo decir: ACIERTO PLENO.



El acceso al lugar es bastante fácil. Basta con viajar en avión a la capital del país (cuya pronunciación es Liubliana) o bien a ciudades próximas en Italia, como Trieste, Milán o Venecia (los vuelos a estos destinos resultan más baratos). Nosotros elegimos el último de ellos, cuyo antiguo nombre (“la Serenísima") se asemeja curiosamente al de mi tierra, y desde allí nos desplazamos en coche poco más de 200 kms. Unas dos horas, por buena carretera.

El recibimiento de Miha Mlakar (pronunciado Mija) responsable de slovenianbears, fue el que ofrece un hombre entrañable, cuya fortaleza física no esconde un lado de muchacho alegre y jovial. En los días que le traté vi a un hombre cordial en todo momento, de los que inspiran confianza. Un trabajador incansable, pero de esos que a pesar de controlar todo a la perfección nunca se vanagloria de ello. Miha es de esos hombres únicos. Lo que hoy diríamos “un auténtico máquina”; “un todoterreno”.



Las sesiones con los osos se alternaron con visitas a lugares increíbles, haciendo paradas para admirar la rica floración primaveral. Pero volviendo al tema que nos ocupa, resulta difícil describir las sensaciones que se experimentan cuando se tiene cerca a semejante plantígrado. Máxime cuando te encuentras uno en el bosque, sin la aparente protección que ofrece el hide. Esa tranquilidad en sus movimientos, ese pelaje que recuerda confort, esa agilidad al trepar por los árboles como si fuera una hormiga, y sobre todo esa fortaleza que le permitiría destrozarnos con un solo manotazo. Por lo que me han contado expertos y por lo que pude ver, la tendencia del oso es huir cuando nota nuestra presencia (bien a través del sonido o del olfato). Distinto es lo que pueda ocurrir si se ve sorprendido a pocos metros, o si se trata de una osa con sus crías. Ahí puede ocurrir cualquier cosa. Lo que he aprendido es que de poco sirve correr, después de ver el trote de un ejemplar de más de 200 kilos a través del bosque. Mejor tirarse al suelo y dejar que huya, sufriendo a lo sumo un manotazo (que no es cualquier cosa).



Las sesiones de hide fueron muy productivas, y tuvimos desde dos hermanos de segundo año calendario hasta ejemplares adultos de un tamaño bestial. Esos “espaldas plateadas” en palabras de mi amigo Enrique, que con sus colores y tamaño recuerdan a los grandes simios, dieron un juego increíble, haciéndonos pasar unas sesiones fotográficas inolvidables. La variedad de hides en distintos parajes con fondos completamente diferentes es otro de los puntos a favor de slovenianbears. Pudimos disfrutar de sesiones en bosques mixtos de Haya, Cedro, Pino y Avellano, bosques en los que los árboles se combinaban con rocas kársticas, claros en medio de esos bosques, con y sin matorrales… toda una diversidad para el fotógrafo.



Los hides son dobles, y cuentan con el suficiente espacio como para estar más que a gusto. Incluso se podría pernoctar en ellos si fuera necesario. Disponen de ventanas para observación y de mangas para la colocación de los objetivos. Por tanto, sin cristal espía. La pobre visión de los osos permite estas licencias. Por lo que respecta a los olores que podamos generar, son proyectados hacia arriba mediante tubos de aireación que se elevan más de diez metros sobre nosotros.

La población de osos en Eslovenia ronda los 750 indivíduos. Un considerable número si tenemos en cuenta la superficie del país. De hecho, según nos cuenta Miha, cada año se permite la caza de un 15% del total de la población con la intención de permitir la estabilidad de la misma. Está claro que los osos eslovenos gozan de mejor salud que los españoles.

Llega el día del regreso y lo haces con esa sensación de que te ha sabido a poco… hasta que llegas a casa y te pones a mirar y clasificar fotos. Entonces te das cuenta de la realidad. Más de 100 gigas. Bueno… siempre se puede mejorar algo. Aunque es muy reciente y hay tantos sitios a los que ir, este sigue estando en la lista. Hay que regresar, tal vez en otra época del año, con diferentes colores aunque con los mismos osos, y si es posible, con los mismos amigos.



Ficha del viaje:
Accesibilidad: 9 sobre 10.
Alojamiento: 10 sobre 10.
Comidas: 10 sobre 10 (aquí me quedo corto, en calidad y en cantidad).
Hides: 9 sobre 10 (todo es mejorable, especialmente el tema de las ventanas).
Grado de éxito: 9 sobre 10 (siempre puede haber una sesión más pobre, pero en general excelente).
Trato humano: 10 sobre 10.
Recomendación: 10 sobre 10.
Contacto para fotógrafos españoles: Enrique Santos de las Heras. E-mail: esantosdelasheras@gmail.com teléfono: 605 87 07 11. Gracias al amigo Enrique cualquier fotógrafo español puede acceder a estos hides por mucho menos de lo que lo hará un británico, un alemán, o un suizo (entre otros) que lo haga a través del contacto en su país.


Con la tecnología de Blogger.